3. Brotes de Algas Nocivas
¿Cómo puede la teledetección ayudar a localizar y dar seguimiento a los brotes de algas?
El seguimiento y la predicción de la proliferación de algas en el medio marino se han vuelto cada vez más importantes en los últimos años, ya que se perciben cada vez más como una amenaza potencial. Especialmente en el campo de la gestión de recursos naturales y en el sector de la salud pública, se necesitan herramientas confiables para detectar y monitorear los eventos de brotes de algas nocivas (BAN) para que las acciones de mitigación se puedan tomar de manera efectiva.
Las mediciones realizadas desde un barco de investigación, las denominadas adquisición de datos in situ (en el lugar), son muy útiles para determinar diferentes especies de algas. Sin embargo, cuando se trata de preguntas sobre el área y el movimiento de un brote de algas, este método no es rentable.
¿Cómo funciona?
Las principales ventajas de utilizar la teledetección son una alta resolución espacial y temporal, lo que significa que se pueden estudiar grandes áreas de brotes de algas y que su movimiento se puede seguir mediante la observación de imágenes capturadas en diferentes momentos.
Al comparar las dos imágenes a continuación, se puede ver cómo la concentración de clorofila en el mar puede cambiar en sólo una semana. Las imágenes pseudo-coloreadas muestran el contenido relativo de clorofila del mar que va desde azul y verde (bajo) hasta rojo y amarillo (alto).
La detección remota de brotes de algas se basa principalmente en mediciones del color del océano. La teledetección óptica de los brotes de algas aprovecha el hecho de que el agua se ve fuertemente afectada por los pigmentos de éstas.
En mar abierto, las variaciones en el color del agua están determinadas únicamente por el fitoplancton.
En las zonas costeras y cercanas a la costa, las propiedades ópticas del agua de mar son mucho más complejas. Los sedimentos en suspensión y los compuestos orgánicos disueltos también son responsables del color del océano. Los aportes fluviales y los patrones regionales del viento y las corrientes oceánicas provocan turbidez en las aguas costeras que, a su vez, cambian las propiedades ópticas del agua.
¿Qué color tiene el océano?
Tu respuesta probablemente sea azul y tienes razón... para la mayoría de los océanos del mundo. Sin embargo, una de las cosas más importantes que influyen en el color del océano es el fitoplancton que contiene clorofila.
La ecuación es bastante simple:
cuanto menos fitoplancton, más azul es.
¿Qué miden los satélites?
Los sensores de satélite detectan la luz reflejada desde la superficie del mar en diferentes longitudes de onda. Las concentraciones de clorofila se pueden derivar de datos satelitales calculando la proporción azul/verde del color del océano. Cuanto más color azul se absorbe, más color verde se refleja, lo que indica una mayor concentración de fitoplancton en el agua de mar y al revés.
En las zonas costeras, una mayor proporción de materia inorgánica se suspende y se disuelve en el agua de mar. Aquí, se usa otro método que calcula la clorofila usando la relación rojo/infrarrojo cercano.
Teledetección de Brotes de Algas: Requisitos y Limitaciones
La teledetección óptica puede proporcionar imágenes valiosas (¡y hermosas!) de los brotes de algas cuando se cumple un determinado conjunto de criterios. Éstos son:
- Sin nubosidad
- El brote está cerca de la superficie.
- El brote provoca un cambio perceptible en el color del océano.
Debido a la abundante capa de nubes sobre el mar, la imagen de abajo, por ejemplo, no es muy útil en términos de detección de algas marinas.
Pregunta:
De lo que has aprendido sobre la naturaleza de los brotes de algas y los métodos para observarlas desde el espacio, ¿pensarías que a partir de una imagen de satélite es posible determinar si una especie de alga es dañina o no?
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(Grupo de Coordinación Internacional del Color del Océano, IOCCG)
